Otra de las pequeñas acuarelas que hice el domingo en el campo sobre papel Canson.
Los ciruelos son árboles muy curiosos: crecen inclinados pero no creo que sea por el viento. De hecho, todos los que he visto crecen hacia la izquierda independientemente de su orientación, así que el viento no debe ser la causa. Además, sus troncos tienden a ser rectos pero en pequeños segmentos: un tramo recto, un pequeño ángulo y otro tramo recto...y así continuamente.
Sea por lo que sea, me atraen un montón. Estos tres que he dibujado aquí me recordaban a gente charlando entre sí y por eso los escogí como motivo. Y como ocurre en todos los grupos, uno escuchaba, otro hablaba, y otro intentaba meter baza...
Como comentaba ayer, me gusta esta forma de mezclar el color que estoy probando: en vez de mezclar en la paleta, hago la mezcla directamente en el pincel, cogiendo por un lado un color y por el otro lado otro. Lo interesante es que colores que parece que no funcionarían, de este modo se funden muy bien y dan nuevos colores muy vibrantes. Había probado algo similar con el acrílico, pero con la acuarela ha sido una nueva experiencia, y que además da un toque de incertidumbre muy agradable: ¿qué color saldrá?¿se aproximará al que yo imagino que se produce?¿qué tal combinan estos dos? ¡Ah! ¡No vale hacer pruebas previas en un papel con la mezcla del pincel, tiene que ser sorpresa!
Acuarela sobre Guarro Canson A5
miércoles, 14 de julio de 2010
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Hola, para empezar, no me había fijado que los ciruelos estuviesen inclinados... Cuando viví un par de años en Pamplona, teníamos uno enorme en el jardín y jamás me di cuenta que estuviese torcido o inclinado.
ResponderEliminarBueno, veo que vas haciendo experimentos...eres un tío muy inquieto!
Por lo menos éste de los ciruelos, a pesar del papel, me gusta.
Un abrazo