Buffff qué desastre de viernes. Ya lo anunciaba la tarde, en la que no conseguí encajar el retrato inicial de Juana ni a tiros, cuando el día anterior había sido bastante fácil. Y luego por la noche al empeñarme en hacer acuarelas de Santiago en poses de 15 minutos, fue de mal en peor. Al menos intenté fijarme en los colores fríos y calientes y eso lo percibí bastante bien, aunque luego no lo plasmara en las acuarelas.Por lo menos me llevo los consejos de Bellido sobre su tratamiento de la acuarela para mezclarla, lo que no debo hacer en los frotados, etc...
En fin, un día para olvidar (artísticamente hablando). Encima tomando cañas, la que reparte regalos Heineken no me quiso cambiar unos cascos y una funda Ipod que me habían tocado por una Moleskine preciosa de la cerveza. Al menos Obi consiguió una...
¡Mis felicitaciones!... la acuarela es una técnica muy difícil, lograr buenos resultados requiere de un buen manejo del oficio. El mismo que trasluce la factura de tu dibujo. Me agrada mucho encontrarme con un acuarelista pues es mucho más común trabajar con óleo, acrílico u otras técnicas mixtas... quizá hay una errónea subvaloración de este material que, mejor que yo sabes, es noble y lúdico por excelencia.
ResponderEliminarun cordial abrazo...
¡te sigo!
Pero qué dices... si están fantásticas!
ResponderEliminarGenial de dibujo! Las proporciones, lo escorzos... y con esos colores tan saturados que les dan muchísima vida.
Pienso, que si alrededor de alguna de ellas hubieras manchado un fondo completo, luciría increíble!
Eva: Muchísimas gracias por tus elogios. Oye, qué blog más impresionante tienes. Tengo que sacar tiempo para leer todas las entradas antiguas, porque las primeras ya me han dejado un sabor de boca fantástico. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarEduardo: Pues chico, yo estoy desdesperado con ellas. No me daba tiempo a nada y no se funden, y me cabreo, y ... Pero me alegro que te gusten.
Por cierto, no te he agradecido bastante los dibujos de rinocerontes que me has enviado ¡estoy impresionado con ellos! ¡Fantásticos!