Ayer vagueé un montón con el óleo. Como las semanas están siendo complicadas, se nota luego en el cansancio acumulado al final, y no siempre salen las cosas como quieres. Pero todo es cuestión de echarle horas, y aunque pocas veces se esté contento con lo que va saliendo del pincel, todo suma, y algún día cobrará sentido el haber dedicado tiempo y esfuerzo aunque haya días que parezca que no se avance.
Era el cumple de Panchito que nos llenó de Nestea y Jack Daniel's, y luego bajé a por unas cervezotas y coca-colas para la sesión de desnudo. Así que áquí está una Mahou Clásica en todo su esplendor.
El dibujo está hecho deprisa y corriendo (es un eufemismo para decir lo que es obvio: que está mal la perspectiva, mal las proporciones, mal las ganas...) y cada vez está más claro que es la base de la acuarela: sin un dibujo previo mínimamente decente, nada bueno puede salir. Excepto a Santiago Bellido, que sin lápiz dibuja directamente con la acuarela (creo que lo hace adrede para deprimirme).
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