El otro día me preguntaban en la Academia que qué era el artilugio en el que estaba mezclando colores. Es lo que llamo (y así lo expliqué) una "paleta de pobre". Sirve para poder utilizar acrílicos varios días seguidos sin que se sequen ya que les mantiene húmedos. Yo tengo dos versiones: la de viaje (más pequeña, de unos 30x20cm que uso para salir a pintar al campo y para traer y llevar a la Academia) y la de estudio (50x30 cm, para dejar en casa frente al caballete).
No es algo que haya inventado yo, sino que vi en varias webs (como en ésta, aunque no es por nada pero la mía es más chula) que era la mejor forma de ahorrar pintura en vez de tirarla tras cada sesión, y también para que no se seque en las sesiones de pintura al aire libre, que apenas sacada del tubo ya está seca.
Su fabricación es sencilla:
1.- Ir a un chino (antiguo "Todo a 100"). Comprar una fiambrera de las dimensiones deseadas, y que suelen rondar los 2-3€. Debe tener tapa y no mucha profundidad para poder llegar bien a las mezclas y poner los colores cómodamente. Ya que estamos en el chino compramos papel de envolver (para dibujar detrás con el carboncillo), unos rotuladores (ya veremos para qué sirven), un cuaderno (para algo servirá), una bombilla, una pistola que hace ruido (una chulada), una calavera a la que se le iluminan los ojos, y unas pegatinas para los niños. Iba a por un tupperware y salgo cargado como una mula.
2.- Comprar bayeta. Pero no de la que venden ahora amarilla que parece papel rugoso, sino de la de toda la vida que es acolchada y se usa para poner los platos encima y que escurra.
3.- Se recorta la bayeta con la medida de la fiambrera y se ponen dos capas.
4.- Se recubre de papel del horno con la parte satinada hacia arriba, donde van a ir los colores. Yo no sabía que existía ésto, pero existe. Desconozco cuál es su utilidad, aparte de para hacer paletas de pobre.
5.- Se mojan (sin pasarse) las bayetas. Yo lo pongo bajo el grifo y escurro lo sobrante.
6.- ¡A pintar! Han llegado a durar más de una semana los acrílicos de esta forma. Una vez acabada cada sesión se tapa con...con la tapa y siguen frescos. Cuando ya tenemos la paleta llena de color (el papel del horno) se tira y se pone otro.
Lo que tengo que mirar es si, ya que estamos, se puede aprovechar la fiambrera para llevar el almuerzo al campo, o sabe todo al plástico de los acrílicos...
sábado, 29 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Eres de un apañado... Muchas gracias por compartir este truco.
ResponderEliminarYo voy añadiendo agua en plan cutre, así que es una muy buena idea que me va a dar un buen servicio.
Gracias. :)