sábado, 10 de octubre de 2009

¡Menudo regalazo!

Por alguna razón se había quedado en "borrador" una entrada que publiqué el pasado domingo, en el que mis tíos Jemel y Helena (grandes amantes del arte, por cierto), me regalaron todo lo que véis ahí. Casi nada. La colección completa de Flash Gordon (dibujada por Alex Raymond), todo el "Drácula" de Maroto, los Rip Kirby, y la colección completa de Grandes Museos+Diccionario Arte+El Grabado+... Además de varios Blueberries y más cosas sueltas. Si a eso le añadimos que venía ¡la colección completa del Príncipe Valiente (el de Hal Foster, quizás el mejor dibujante que ha visto el mundo del cómic), pues se ve la cara de contento que tengo en la foto.
Todas las ediciones son de los 60 del siglo pasado. Una maravilla. ¡Muchas gracias, me ha encantado!
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6 comentarios:

  1. Qué cara de felicidad pones!!!!!
    Ahora a dsfrutarlos! Joshemari

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  2. Anda, Tayete!!! Vaya regalazo... varias colecciones de una sola vez... ¿¿Y eso es para ti o para tus hijos?? Jo, qué pasote. Ya tendrás sitio para guardarlos... Muchas felicidades otra vez.

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  3. Ya me lo habías contado... menuda suerte!

    Y las enciclopedias esa sobre museos!

    El Flash Gordon de Raymond lo tenía siendo yo niño, el mayor de nuestros queridos primos. Un día nos dejó un tomo a mi hermano y a mi, durante un día... y alucinamos!

    Y un Blueberry de Giraud fue uno de los primeros tebeos que compré por propia iniciativa. No en vano fue después de ver una historieta de Moebius en el Metal Hurlant, que decidí estudiar Bellas Artes.

    Lo que yo no sabía era que Maroto había dibujado Drácula... pues será una maravilla, porque ese tío era un monstruo!

    Conozco el de Fernando Fernandez, otro monstruo!

    Y Bea y Sio... a mi, todos esos autores españoles y mayoritariamente catalanes de los 70´s me parecen grandísimos dibujantes.

    Lo dicho, vaya suerte!

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  4. Joshemari: pues sí, aunque odio las sorpresas (afortunadamente lo del niño no lo era, que si no me muero), una tan agradable te deja muy feliz.

    Freak: ¡Nada de para los enanos! el cómic es una cosa muy seria para dejarlo en sus manos (todavía) :-) De pequeño me gustaban para leer sus historias, ahora me interesan más para pararme en cada viñeta a ver cómo resuelven perspectivas, fondos vs frente, etc... Y no, aunque tengo una librería muy grande, ya tengo los libros en doble fila, así que algunos tendrán que enfilar la puerta para dejar sitio a los nuevos. Es ley de vida :-)

    Eduardo: Los de Maroto deben ser de sus inicios, pues son muy muy simples, aunque ya avanzan su estilo de bordear sombras con línea, etc... Pero están lejos aún de su barroquismo posterior (cuando tenía ganas de ponerse en serio, claro). Y los Príncipe Valiente, son una maravilla. Cada viñeta es un estudio de anatomía y composición en sí mismos...
    De Sió yo tengo un dibujo autógrafo, y de Juan Giménez (el argentino), y de Azpiri...de cuando tenía tiempo para ir a los congresos de cómic. Y sí, Sió es una máquina componiendo páginas (un poco como Toppi), aunque se queda demasiado con la foto de la que copia, creo yo.
    Y Beá y su Taberna Galáctica son la bomba...

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  5. Hola Tayete, ha sido un placer tu visita y tu comentario.

    Imagino que has llegado a través de Eduardo Alvarado a quien tuve el placer de llegar a través de Malena y ya ves como se entreteje este mundo virtual, porque desde su blog conocí los de Ruth ( y sus garabatos ) y ahora apareces tú, que al parecer te mueves como yo entre dos aguas opuestas, la empresarial y las del arte.

    Creo que es la única forma de sobrevivir al mundo empresarial, el ser capaces de cambiar la cara, el ritmo y la vida cuando salimos de los despachos.

    Me ha encantado tu calavera, recordaba haber visto el origen de la que nombras en el blog de Ruth...

    Ha sido un placer que me descubras para poder yo descubrirte

    Un saludo desde Bilbao

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  6. En mi opinión, has dado en el clavo: siempre he pensado que el excesivo apoyo fotográfico es una gran carencia que siempre arrastraron muchos de aquellos dibujantes, incluso cuando muchos de ellos cambiaron su dedicación a la ilustración por la pintura.

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