Viernes de desnudo - 23/10/09

Gran viernes de pintura, y es que está visto que lo anímico influye mucho en lo que pintas. Arrancaba las vacaciones que me he pillado para descansar un poco, y además había conseguido cerrar por la mañana la primera fase de un proyecto que tenía entre manos, con lo cual pude disfrutar de una tarde en la Academia bastante relajada. Si a eso le unimos la juerga que se traían Evohé y Belenota, pues para qué quieres más.

Le tocaba posar a Javier Casas (nunca me había tocado dibujarle antes), y el objetivo que me planteé era poder distinguir las formas "oscuras" de sombra, frente a las formas "claritas" de luz, olvidándome de si esa forma es el lado de una nariz, un brazo o lo que sea. Es decir, pintar los rectángulos, triángulos, etc... de luz y sombra tal cual se ven.

Fueron cuatro poses de 20 minutos, y en la primera más o menos logré el objetivo. El caso es que el dibujo hasta se parece a Casas, pero lo más importante es la zona de manos, libro, inicio de piernas...en la que sí apliqué lo que quería. Igual en la cara, no dibujé la nariz, un ojo, otro ojo, sino las zonas de sombra que veía y que finalmente dieron lugar a una cara.

En el dibujo del brazo, es sorprendente (Belén y Bellido también lo comentaron) que todas las formas que adquiere la parte superior, hace que la parte inferior sea prácticamente plana. Y es el único de los que he hecho hasta ahora que "pesa" un poco...

El de la espalda casi no me dió tiempo a hacer nada (no sé por qué), y en el último ya estaba muy cansado para que saliera nada potable, pero ahí queda.

Después le dimos los dibujos que le habíamos hecho a Belén por su cumple (se me ha olvidado fotografiar el gouache que la hice, mecachis), con algunos muy interesantes, y luego nos fuimos a tomar unas cervezotas (yo sin alcohol que me tenía que levantar pronto). Por cierto que Belén estaba muy guapa en su 21 cumpleaños, y me recordaba esos versos de Jorge Aquisgrán:

"...así que te arreglas el flequillo
para la tarde de sonrisa clara,
de quien tiene 21 en el bolsillo
y que aún no le debe a la vida nada."

Estaban también César, el bueno de Guillermo (recuperado para la causa), y todo el mundo mundial. Y ahí les dejé tomando cañas, y es que esto de ser el primero que tiene que irse es un rollo, porque me lo estaba pasando muy bien.