Acuarela de viernes.

Por la tarde dediqué el tiempo de Academia al noble arte de la acuarela. Empecé por la de abajo del todo para ir calentando. Unas cuantas líneas con lápiz a ver qué me sugerían, y lo que veía en los rayajos era la popa de un buque varado, cuyas cuadernas parecían costillas. Tras el precalentamiento, un apunte rápido de Antonio dibujando en su cuaderno de arqueólogo (cuando lo termine va a ser la envidia de Howard Carter), en el cual tenía que haber rebajado el tono del jersey porque desvía la atención de la cara. Pero bueno, para ser algo captado al volapié, no puedo quejarme mucho.

Y el otro es un apunte de Belén mientras hablaba con la gente a su espalda. Quería haberla pintado de frente (tiene unos ojazos que le cubren toda la cara) pero no paraba de volverse a hablar, así que no me quedó otra que dibujarla así al final. Belén es así...

A ver si tengo un rato y subo uno de los dibujos de la sesión de desnudo, que fue un desastre en cuanto a resultados, pero buenísimo en cuanto a diversión. Se pasaron las dos horas volando.