Aprovechando que cada vez está más poblado el gallinero, dediqué un ratillo a calentar tomando apuntes con los pinceles y la tinta que me regalaron en la Academia. Es difícil porque a pesar del calorazo, no paran ni un segundo quietas. Los pollitos tampoco son mucho más tranquilos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Hola! ¿Qué quieres decirme?