(
Preludio: los de menos de 40 no entenderán el título del post).
Aprovechando el día tan fantástico que hacía, nos lanzamos al campo 2.0. Los niños para ir a pescar y montar en bici,
Marta para tomar el sol, y yo para pintar. Como la última vez me fue fatal con la acuarela porque se evaporaba, me animo a llevar los acrílicos y un difusor para ir echando en la paleta agua de vez en cuando a ver si aguantaban sin secarse los colores. Funciona.
Objetivos:
1.- Hacer un apunte sólo con las espátulas, que nunca lo había hecho. Si había dado capas con espátula en algún cuadro, pero nunca todo hecho sólo con ellas. Muy divertido, pero no hay forma de sacar detalles en un tamaño asequible (un poco mayor de A4).
2.- Practicar lo que dice
Loomis en su libro
Creative Illustration sobre el concepto de color: es imposible hacer colores más brillantes que en la naturaleza. Y de los que disponemos, es imposible hacerlos más brillantes que cuando salen directamente del tubo (podemos aclararlos u oscurecerlos, pero no hacerlos "con más color"). Así que hay que jugar aplicando colores brillantes junto a otros desaturados, que sean de su complementario, para que así resalten aún más. También habla de conseguir que todo el conjunto esté entonado, añadiendo un color a todos y cada uno de los colores y mezclas usados en el cuadro. Igualmente comenta que para conseguir el máximo número de colores en el cuadro, hay que intentar usar los menos colores posibles. Ésto que parece una contradicción, no es tal, pues nos obliga a buscar los colores por combinación de los demás, quedando siempre entonado el cuadro mediante relaciones entre los colores, algo que no se consigue si uso todos los tubos que tengo en la paleta.
Así que he escogido unas flores amarillas y azules que había plantadas, y me he puesto manos a la obra, sabiendo que las flores iban a ser lo más brillante del estudio, y que el color rojo iba a estar mezclado en todos los colores, en mayor o menor medida. ¿Por qué el rojo? Porque sí. Tras una hora y tres cuartos, dejo las espátulas y ya podéis ver lo que sale. Nada maravilloso, pero he conseguido lo que pretendía, y efectivamente todos los colores están relacionados entre ellos (he usado blanco, amarillo cadmio, rojo cadmio, azul ultramar y verde esmeralda, también sin ningún criterio en concreto).
El siguiente ejercicio era dibujar a lápiz una rosa, pero el dibujo era lo de menos. Lo que quería era ir viendo mientras dibujaba los tonos (values dirían los angloparlantes) y aprender a distinguirlos, pues fallo mucho en eso. Objetivo conseguido, el dibujo es una patata (de hecho lo he hecho en un cuaderno de dibujo técnico, con lo que no agarraba el grafito) pero he conseguido ver que el color más oscuro de la rosa, era bastante más claro que las zonas iluminadas directamente por el sol en las hojas, a pesar de que mis ojos me decían que no.
Y por último unos apuntes de un gato nuevo que ha aparecido por ahí, que se llama "
Boni", y que se estaba metiendo una siesta de órdago (para envidia de todos). Un pequeño divertimento...
Con eso y la acuarela de
Marta tomando el sol del post anterior, damos por cerrado el día.
Para los neófitos, quiere decir que me moría de miedo de meter mano al dichoso arbolito...
